Del cielo se desprende
una luz malva y lejana. Las nubes son en este momento azules y los árboles
habitan las calles; como de costumbre. El tiempo se resume en la quietud de las
ventanas, en la antigüedad de las iglesias, en las terrazas con sábanas
blancas. Hoy es uno de esos días en los que no te sientes viejo.
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