Me gustaría que los inviernos
fueran ficticios
Que nada importara nunca
Que algunas historias se
mantuvieran vivas
Que de las derrotas quedaran sólo
suaves melodías
Que existiera una brisa para cada
atardecer
Que se descubrieran humos mágicos
para inhalar
Que se diseñaran banderas de calles
y esquinas
Que los labios no olvidaran las
pasiones
Que los olores adoptaran el aspecto
del charol
Que las mentiras se publicaran en
revistas invisibles
Que las canciones cayeran siempre
desde los tejados
Que el tiempo adoptara tonalidades
celestes
Que los enamorados jamás fingieran
felicidad
Que los bancos del parque no
parecieran diminutos
Que ninguna habitación permaneciera
vacía
Que en cada soledad residiera
cierto aire de ilusión
Que los árboles quedaran más cerca
en enero
Que el amor no se mezclara con las
excusas
Que tus miradas atravesaran todos
mis amaneceres
Que nuestros cuerpos temblaran
desde todos los escaparates
...Y que todo el tiempo fuera
posible
y que ninguna palabra tomara la
dirección equivocada
y que este lugar adoptara para
siempre nuestros nombres
Me gustaría que todo volviera a
empezar desde el principio
Justo desde el mismo momento en que
tú sólo eras una presencia desconocida.
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