Jamás
comprenderé la existencia de sábanas que nunca serán habitadas
Ni de
cuerpos que descansarán bajo rumores de color rojo
Ni de
esos deseos que llegan para reforzar la soledad
Ni de
lunas distintas
Ni de
escaleras mecánicas
Ni de
estrellas que parecen de metal
Sin
embargo los árboles continúan ahí
Agitándose
como si nada ocurriese
He leído
la primavera en una valla publicitaria
Su luz
se refleja en las paredes de mi casa
Fotografías
rotas
Cine de
tarde
Amor ya
no me parece una palabra perfecta
Mi pecho
como sinónimo de hueco, de dolor, de vacío infinito
Y ese
recorrido que en algún momento perdió su linealidad, su redondez
Y todo su
sentido
Por eso
ya no se me ocurriría nunca morder el cristal de las ventanas
Ni medir
la prisa que se concentra en las calles de la ciudad
Y es que
ahora los semáforos parpadean al son blanco de mis pasos
Y esto
es inevitable
A veces
percibo brillos que crecen en los tumultos
Y …
entiendo que esto es difícil
Tengo la
impresión de que los coches circulan levemente
Y sé que
todo esto es tan extraño…
Pero así
se manifiesta:
Lento
Casi
estático
Y tan
real
Como el
rastro que dejó tu ausencia.
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