Guardo las cobardías en el fondo de
un cajón
Callo lágrimas
Escondo quejas
Me refugio en este mundo donde
también caben desdichas y engaños
Disfrazo ánimos
Enjuago remedios
Aniquilo enemigos que ya vienen a
formar parte de este cuadro monótono
Pierdo partes del alma entre los
recovecos del pensamiento
Maquillo maldades
Encubro venganzas
A veces saboreo la ingratitud
Mi casa se llena de demonios
Y yo salgo al balcón
Desde aquí diviso una estrella
Su luz ilumina este ruido
ensordecedor
Pienso
Me queda el valor ante los aires de
tristeza
Me quedas tú
Sobrevolando la línea constante y
consciente que lo separa todo de lo imposible
Por eso; a veces no hay nada que me
parezca irreal
Y conjuro letras que se combinan
para dar origen a narraciones interminables
Y a poemas que le ganan la partida
al tedio y a los tonos grises
Sigo el rastro que dejan las
fuerzas invisibles
Me queda todo lo que siento por ti
Me queda la voluntad de permanecer.
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