No sé
qué sorpresas habrá disponibles
No sé
cuántos presentimientos alterarán mi respiración
No sé
cuántos instantes soy capaz de escribir
Ni
cuantos poemas podría contar
La
locura es un tema que surge al azar
Siento
que atrapo los instintos con mis sílabas
Y que
mis palabras se alejan de la felicidad
Confundo
versos, desiertos y sueños
Y no
logro acostumbrarme a la belleza solemne de la lluvia que cae
Oigo tu
cuerpo tibio y tranquilo
Sigo
acariciando la madrugada
Confirmo
que la tarde está aún lejana
Y
continúo aquí, entre tus sábanas
Asustando
las sombras del pasado
Escuchando
el paso de tus besos
Trataré
de atrapar fragmentos de este despertar
Llegaré
a acariciar la lentitud de esta intimidad
Analizaré
todas las señales que emite mi corazón
Haré mía
esta presencia tuya
Abandonaré
en una esquina todas las lágrimas
Y
fotografiaré para guardarlos todos los sentimientos que creí desaparecidos
Ahora,
posiblemente… empezaré a temblar
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