jueves, 29 de octubre de 2009

ELLA, OTRA VEZ.



El poeta se fusiona con la noche
Parece quererla
Parece susurrarle palabras de amor
Noche como espacio infinito


Mágica oscuridad
Alfombra para los sueños rotos
Lenta revisión de un día que ya ha tocado su fin
Pensamientos en blanco
Desorden de lógicas y prácticas


Estrellas fugaces
Luna llena
Cosas caóticas
Lugar de invenciones
Miradas fijas
Besos prohibidos
Gestos nuevos
Horizontes secretos
Mares lejanos
Dioses reales
Máscaras extrañas
Misterios nuevos
Voces dispersas
Puertas cerradas


Aquí crecen los deseos cuando la luz eléctrica oculta los brillos de esas tardes
Tan semejantes y escapadizas
Tardes líquidas que avanzan deslizándose por todas las rendijas


Hoy, la noche, con traje de fiesta acoge a este poeta loco y perdido
Y juntos bailan sin cesar la melodía que los unió para siempre
Sin fingir
Sin saber muy bien cómo hacerle frente a lo que viene después


El poeta respira profundamente este aire nocturno
Y apenas sin darse cuenta cae sumido en un sueño profundo, dulce, perfecto....
Sonríe
Como si hubiese alcanzado un desierto distante
Como si poseyera las claves de todo lo irreal
Como si en esta madrugada, ella estuviera entre sus brazos....
Y sus bocas se besaran....
Y sus cuerpos se hubieran unido....
En un silencio remoto.






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