lunes, 1 de septiembre de 2008

A PULSO.




A veces pienso que lo que escribo hoy es una réplica exacta de lo que escribí ayer
Y de lo que escribiré mañana
Como si siempre me moviera dentro de un mismo ámbito
Lleno de espejos
Donde las imágenes chocan unas contra otras
Donde es posible ver lo que soy capaz de sentir


En este lugar todo se multiplica
Se difumina
Se clarifica
Se distorsiona
Se va filtrando a través de las mil caras del prisma de cristal que miran mis ojos fijos


Fuera está el viento, las flores, el mar
El color, los sonidos extraños
A veces fuera reina la noche
Y las luces de neón y la luna llena
Puede ser que alguna vez haya visto una estrella fugaz
Fuera estalla la primavera pero ya no es la misma del año pasado
Es otra


Y yo también soy otro
Y las cosas que miro tienen quizá otro sentido


Por tanto, aunque repita por escrito una misma idea
Las palabras se alejarán de esa otra idea que ya fue sobre una hoja de papel


Siempre hay palabras nuevas
Siempre hay una mirada nueva
Siempre hay un espejo distinto
Siempre hay una distancia entre lo de ayer y lo de hoy


Nunca nada es igual
Nunca ya podré ser el mismo que soy ahora
Aquí
Y en este lugar


Y cuando vuelva a escribir sobre la mutabilidad de las cosas
Hasta mi letra habrá cambiado un poco


No me daré ni cuenta
Será inapreciable
Pero es muy posible que vuelva a plantearme
Si ya he escrito sobre esto


La vida es una continuación de actos, sentimientos y sucesos
Que no paran de repetirse
Para atormentarnos siempre
Para hacernos felices siempre
Para que no nos rindamos nunca.




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